sábado, 6 de octubre de 2012

EL INICIO DE UNO DE MIS SUEÑOS


Después de mi corta estadía en los Estados Unidos de América, y la larga preparación para el concurso, tengo muuuuchas cosas que decir.

Les cuento que he aprendido muuucho este año, que vengo recargada de cosas, y que con el examen de admisión a la especialización de hoy es probable que vuelva a tener tiempo y reabra el espacio original del blog con mis cuentos… entre tanto, les cuento que fui a EEUU, y como todos saben mi sueño no era conocer Estados Unidos, mi sueño es conocer el mundo… no vengo maravillada de EE.UU. vengo absorta de haber encontrado, sin querer, la mejor forma de empezar a cumplir mi sueño… el Concurso desbordó todas mis expectativas. Así que organicé algunos de mis pensamientos acerca del viaje en subtítulos para contarles lo que me quedó…

Agradecimientos

Mi lista de agradecimientos es larga así que  bien pueden seguir a los otros subtítulos a ver si logro contagiarles un poquito de lo que aprendí...

Empiezo por agradecerle a German Florez, uno de los Coach del equipo, porque aunque su área de experticia no es el arbitraje en derecho comercial, tuvo la paciencia, el tiempo y el compromiso para guiarnos como equipo a que sacáramos lo mejor de nosotros  y nos organizaramos para lograr nuestros objetivos. Porque aportó al equipo sus miles de contactos para que nos calificaran y nos pulieran, y aquí aprovecho para agradecer a quienes nos vieron en cada una de las audiencias preparatorias. A Germán le agradezco el tono amigable y la enseñanza de que en la vida de un abogado pocas cosas son más importantes que los contactos.

A la Universidad Nacional de Colombia, que aunque cuenta con un área administrativa y unos procedimientos que son innegablemente ineficientes, nos prestó su aval para que hoy  yo pueda contar con orgullo “fui a Estados Unidos a Participar en un concurso de derecho comercial representando a la Universidad Nacional de Colombia y aunque no ganamos no tenemos, en términos académicos, nada que envidiarles a las universidades ganadoras, que dicho sea de paso son Colombianas”. Porque aunque sufrimos por apoyo económico y por la lentitud de sus trámites todos somos UN, y gracias a la formación académica que recibimos teníamos dientes para comernos el pan.

Al profesor Freddy Herrera, por ser un abogado brillante que nos acompañó en el viaje y nos apoyó en la parte conceptual… A él le agradezco porque nos pulió, a tal punto que con absoluta certeza puedo decir que éramos de los equipos más sólidos conceptualmente hablando.

Al profesor Eddy Ramírez, porque con su reconocido “pragmatismo” nos sirvió de polo a tierra y fue clave a la hora de detectar debilidades y fortalezas del equipo, de determinar la estrategia de competencia, de tomar decisiones con cabeza fría, porque jugó como el director técnico en Washington.

A los estudiantes y profesores que creyeron en el equipo y nos brindaron respaldo económico… Gracias a ellos pudimos llevar a uno más del equipo!!!

A mi familia y a mis amigos porque sin su apoyo no hubiere sido nada posible, por ser mi ancla, por escucharme, por patrocinarme, por confiar en mi y amarme tanto.

A todos mis compañeros del equipo: a Junior por obligarnos a subir el nivel de oratoria; a Lina porque a través de ella entendí que nadie es indispensable y que ser mejor persona es más importante que ser excelente abogada; a Gerson porque de él tomé el ejemplo para dividir mis largas ideas en premisas enumerables cortas que faciliten la comprensión de quienes me escuchan; a Daniel porque su sinceridad me ha servido de punto referencia durante mucho tiempo, porque su forma de ver las cosas ha sido de gran ayuda para entender lo que pasa a mi alrededor; a  Sergio por ser tan “desordenado” cual adolescente malo y a la hora de comprometerse con el equipo ser tan constante y mantenernos cohesionados; a Mateo porque siendo tan distante me enseñó que hay enemigos que uno no se  debe ganar; a Miranda por brindarme su apoyo, por ofrecerme su amistad.

Equipo, Administrativos, Universidad, amigos, familia… MUCHAS GRACIAS 

No eres el centro del mundo… No hay nadie detrás de todo… las cosas pasan y ya!

De las experiencias que he tenido en mis cortos 22 años, el Concurso de Arbitraje en Derecho Comercial ha sido la más enriquecedora.

Ese concurso me marcó porque no sólo me formó como jurista, ni como oradora, sino que me formó como persona. La mecánica de competencia y necesaria colaboración entre quienes hicimos partes del equipo me permitió madurar, entender que en la vida no existe un alguien que dirija todo con hilos,  que el malo de la película no es necesariamente una persona que está detrás de todo  con un plan maquiavélico para que todo desemboque en un hecho determinante, sino que por el contrario, las cosas pasan, los momentos se sincronizan o no, y al final depende de tú interpretación saber si todo pasa porque te quieren hacer la vida imposible, si pasa porque estás en el lugar equivocado, o si sencillamente pasa y tú verás qué aprendes, qué tomas, qué dejas y qué decisiones es hora de que empieces a tomar.

Yo decidí que era hora de ver la vida de otra forma, que el tiempo de creer que había alguien que me tenía envidia y haría todo porque yo no lograra mis metas, no existe para mi, decidí además que las decisiones no se toman con la cabeza caliente, y que las cosas se solucionan actuando más que hablando…

Así que una vez empezaron los juegos del hambre (así le llamo al concurso por la dinámica de competencia) elegí ser una persona serena, tomarlo todo con beneficio de inventario y dejar de pensar que el mundo se confabula para lograr que mis objetivos no se cumplieran, por eso me prometí no levantar la voz, no hablar antes de que la idea hubiere madurado y alejarme de todas las situaciones que me sacaran de mi espacio zen, decidí que nadie tenía el poder de molestarme con sus palabras y que la gente decide lo que hace y lo que dice, pero soy quien controla mis reacciones.

El concurso me cambió, me hizo madurar, me dio la oportunidad de ponerme aprueba, de aprender a ser más humilde, de manejar mis reacciones y de demostrarme a mi misma que el límite está en mi, que puedo ser tolerante, que hay discusiones que no teniendo salida a veces la pena no tener. Aprendí que la vida pasa y ya, que soy yo quien decide qué aprender y si quiero o no aprender.

Se más comercial, se más pausada, pórtate como una niña

En el concurso tuve la posibilidad de ver otras niñas muy buenas en oratoria, de recibir la retroalimentación de los árbitros de varios países, de tener un acercamiento a lo que era el ejercicio del derecho arbitral comercial, y me quedó claro, pero en serio, muy claro, que en adelante por el bien de mi carrera seré lo más cordial, delicada y elegante posible… la actuación acalorada y acelerada se la dejaré al pasado.

De ahora en adelante no seré una mujer delicada porque nunca lo he sido y no van conmigo, pero sí seré, en los términos de mi jefe, más comercial.

Del viaje…

Del viaje me quedó claro que:
1.       Salvo algunas atracciones turísticas Nueva York es un asco!!!
2.       Que la gente debería ser tener conciencia ciudadana y tomar el ejemplo de Washington, que ciudad tan bonita y bien organizada.
3.       Quiero ser abogada con el corazón! Nada más divertido que estar en una audiencia y saber que tu contraparte  te dio papaya y tienes las herramientas para  sacarle provecho J
4.       Los Museos de Arte son uno de mis hobbies más descuidados y a los que quiero volver.
5.       Vomito Mc Donalds y en general la grasosa y condimentada comida americana.
6.       Llegué inspirada… volveré a escribir J y esa es de las mejores noticias que en mucho tiempo me he podido dar a mi misma.

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