Después de mi corta estadía en los Estados Unidos de América, y la larga preparación para el
concurso, tengo muuuuchas cosas que decir.
Les cuento que he aprendido
muuucho este año, que vengo recargada de cosas, y que con el examen de admisión
a la especialización de hoy es probable que vuelva a tener tiempo y reabra el
espacio original del blog con mis cuentos… entre tanto, les cuento que fui a
EEUU, y como todos saben mi sueño no era conocer Estados Unidos, mi sueño es conocer
el mundo… no vengo maravillada de EE.UU. vengo absorta de haber encontrado, sin
querer, la mejor forma de empezar a cumplir mi sueño… el Concurso desbordó
todas mis expectativas. Así que organicé algunos de mis pensamientos acerca del
viaje en subtítulos para contarles lo que me quedó…
Agradecimientos
Mi lista de agradecimientos es
larga así que bien pueden seguir a los
otros subtítulos a ver si logro contagiarles un poquito de lo que aprendí...
Empiezo por agradecerle a German
Florez, uno de los Coach del equipo, porque aunque su área de experticia no es
el arbitraje en derecho comercial, tuvo la paciencia, el tiempo y el compromiso
para guiarnos como equipo a que sacáramos lo mejor de nosotros y nos organizaramos para lograr nuestros
objetivos. Porque aportó al equipo sus miles de contactos para que nos
calificaran y nos pulieran, y aquí aprovecho para agradecer a quienes nos
vieron en cada una de las audiencias preparatorias. A Germán le agradezco el
tono amigable y la enseñanza de que en la vida de un abogado pocas cosas son
más importantes que los contactos.
A la Universidad Nacional de
Colombia, que aunque cuenta con un área administrativa y unos procedimientos
que son innegablemente ineficientes, nos prestó su aval para que hoy yo pueda contar con orgullo “fui a Estados
Unidos a Participar en un concurso de derecho comercial representando a la
Universidad Nacional de Colombia y aunque no ganamos no tenemos, en términos
académicos, nada que envidiarles a las universidades ganadoras, que dicho sea
de paso son Colombianas”. Porque aunque sufrimos por apoyo económico y por la
lentitud de sus trámites todos somos UN, y gracias a la formación académica que
recibimos teníamos dientes para comernos el pan.
Al profesor Freddy Herrera, por
ser un abogado brillante que nos acompañó en el viaje y nos apoyó en la parte
conceptual… A él le agradezco porque nos pulió, a tal punto que con absoluta
certeza puedo decir que éramos de los equipos más sólidos conceptualmente
hablando.
Al profesor Eddy Ramírez, porque
con su reconocido “pragmatismo” nos sirvió de polo a tierra y fue clave a la
hora de detectar debilidades y fortalezas del equipo, de determinar la
estrategia de competencia, de tomar decisiones con cabeza fría, porque jugó
como el director técnico en Washington.
A los estudiantes y profesores
que creyeron en el equipo y nos brindaron respaldo económico… Gracias a ellos
pudimos llevar a uno más del equipo!!!
A mi familia y a mis amigos porque
sin su apoyo no hubiere sido nada posible, por ser mi ancla, por escucharme, por
patrocinarme, por confiar en mi y amarme tanto.
A todos mis compañeros del equipo:
a Junior por obligarnos a subir el nivel de oratoria; a Lina porque a través de
ella entendí que nadie es indispensable y que ser mejor persona es más importante
que ser excelente abogada; a Gerson porque de él tomé el ejemplo para dividir
mis largas ideas en premisas enumerables cortas que faciliten la comprensión de
quienes me escuchan; a Daniel porque su sinceridad me ha servido de punto
referencia durante mucho tiempo, porque su forma de ver las cosas ha sido de
gran ayuda para entender lo que pasa a mi alrededor; a Sergio por ser tan “desordenado” cual
adolescente malo y a la hora de comprometerse con el equipo ser tan constante y
mantenernos cohesionados; a Mateo porque siendo tan distante me enseñó que hay
enemigos que uno no se debe ganar; a
Miranda por brindarme su apoyo, por ofrecerme su amistad.
Equipo, Administrativos,
Universidad, amigos, familia… MUCHAS GRACIAS
No eres el centro del mundo… No hay nadie detrás de todo… las cosas
pasan y ya!
De las experiencias que he tenido
en mis cortos 22 años, el Concurso de Arbitraje en Derecho Comercial ha sido la
más enriquecedora.
Ese concurso me marcó porque no
sólo me formó como jurista, ni como oradora, sino que me formó como persona. La
mecánica de competencia y necesaria colaboración entre quienes hicimos partes
del equipo me permitió madurar, entender que en la vida no existe un alguien
que dirija todo con hilos, que el malo
de la película no es necesariamente una persona que está detrás de todo con un plan maquiavélico para que todo
desemboque en un hecho determinante, sino que por el contrario, las cosas
pasan, los momentos se sincronizan o no, y al final depende de tú
interpretación saber si todo pasa porque te quieren hacer la vida imposible, si
pasa porque estás en el lugar equivocado, o si sencillamente pasa y tú verás
qué aprendes, qué tomas, qué dejas y qué decisiones es hora de que empieces a
tomar.
Yo decidí que era hora de ver la
vida de otra forma, que el tiempo de creer que había alguien que me tenía
envidia y haría todo porque yo no lograra mis metas, no existe para mi, decidí
además que las decisiones no se toman con la cabeza caliente, y que las cosas
se solucionan actuando más que hablando…
Así que una vez empezaron los
juegos del hambre (así le llamo al concurso por la dinámica de competencia)
elegí ser una persona serena, tomarlo todo con beneficio de inventario y dejar
de pensar que el mundo se confabula para lograr que mis objetivos no se
cumplieran, por eso me prometí no levantar la voz, no hablar antes de que la
idea hubiere madurado y alejarme de todas las situaciones que me sacaran de mi
espacio zen, decidí que nadie tenía el poder de molestarme con sus palabras y
que la gente decide lo que hace y lo que dice, pero soy quien controla mis
reacciones.
El concurso me cambió, me hizo
madurar, me dio la oportunidad de ponerme aprueba, de aprender a ser más
humilde, de manejar mis reacciones y de demostrarme a mi misma que el límite
está en mi, que puedo ser tolerante, que hay discusiones que no teniendo salida
a veces la pena no tener. Aprendí que la vida pasa y ya, que soy yo quien
decide qué aprender y si quiero o no aprender.
Se más comercial, se más pausada, pórtate como una niña
En el concurso tuve la
posibilidad de ver otras niñas muy buenas en oratoria, de recibir la
retroalimentación de los árbitros de varios países, de tener un acercamiento a
lo que era el ejercicio del derecho arbitral comercial, y me quedó claro, pero
en serio, muy claro, que en adelante por el bien de mi carrera seré lo más
cordial, delicada y elegante posible… la actuación acalorada y acelerada se la
dejaré al pasado.
De ahora en adelante no seré una
mujer delicada porque nunca lo he sido y no van conmigo, pero sí seré, en los
términos de mi jefe, más comercial.
Del viaje…
Del viaje me quedó claro que:
1. Salvo
algunas atracciones turísticas Nueva York es un asco!!!
2. Que
la gente debería ser tener conciencia ciudadana y tomar el ejemplo de
Washington, que ciudad tan bonita y bien organizada.
3. Quiero
ser abogada con el corazón! Nada más divertido que estar en una audiencia y
saber que tu contraparte te dio papaya y
tienes las herramientas para sacarle
provecho J
4. Los
Museos de Arte son uno de mis hobbies más descuidados y a los que quiero
volver.
5. Vomito
Mc Donalds y en general la grasosa y condimentada comida americana.
6. Llegué
inspirada… volveré a escribir J
y esa es de las mejores noticias que en mucho tiempo me he podido dar a mi
misma.
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